Tropismos Y Nastias

Las plantas no poseen tejidos que les permitan moverse; sin embargo, su supervivencia depende en muchos casos de la capacidad que tengan de responder a ciertos estímulos, como variaciones en las cantidades de agua, luz, sales nutritivas, anhídrido carbónico, temperatura, etc.

La mayoría de las veces, los vegetales responden a estos estímulos con respuestas de crecimiento.

Tropismos

Los tropismos son respuestas de crecimiento de las plantas; son movimientos muy lentos. Pueden ser positivos o negativos según el crecimiento ocurra hacia el estímulo o en dirección contraria. Se diferencian cinco tipos de tropismos de acuerdo al tipo de estímulo que actúa.

Fototropismo: cuando el estímulo es la luz. Los tallos tienen fototropismo positivo. Las raíces presentan fototropismo negativo.

Geotropismo: cuando el estímulo es la fuerza de la gravedad. Los tallos muestran geotropismo negativo, y las raíces, geotropismo positivo.

Quimiotropismo: cuando el estímulo es una sustancia química. Ejemplo: el tubo polínico en las plantas con flores crece hacia abajo debido a la presencia de azúcares.

Higrotropismo: cuando el estímulo es el agua. Las raíces crecen hacia donde hay agua y presentan higrotropismo positivo.

Tigmotropismo: cuando el estímulo es un contacto localizado, por ejemplo, los zarcillos de la vid se curvan y crecen al contacto con un soporte.

Los tallos crecen hacia la luz                                                                                Geotropismo positivo en la raíz y fototropismo positivo en el tallo

Nastias

Las nastias: son movimientos bastante rápidos que ocurren frente a la presencia u ocurrencia de un estímulo. Cuando hablamos de nastia, sólo indicamos movimiento.

Tipos de nastias:

Fotonastia: respuesta a intensidad luminosa que provoca la apertura y el cierre de muchas flores como, por ejemplo, en el dondiego de noche, que abre sus flores durante la noche y las cierra durante el día. El girasol presenta fotonastia positiva.

Quimionastia: respuesta de movimiento ante sustancias químicas, como las plantas carnívoras, que atrapan insectos.

Sismonastia: respuesta a estímulos mecánicos o de contacto, por ejemplo, el cierre de los foliolos y la posición de caída de las hojas de la mimosa púdica cuando se sacude o golpea ligeramente.